lunes, 25 de agosto de 2014

El Almacén en la UNCuyo

A los trabajadores, estudiantes y a toda la comunidad de la UNCuyo  les contamos que tenemos una propuesta de consumo solidario para ustedes. 
Los estamos invitando a reemplazar una parte de sus compras en las grandes empresas, por el consumo de productos de la economía social y solidaria.
La propuesta consiste en apostar por un consumo diferente, que nos convenga a todos:
- Como consumidores, se trata de optar por una actitud activa, que incluya un pequeño esfuerzo por encontrase con los productos que eligieron y que quieren para su consumo. Son productos transparentes, que no esconden su historia sino que muestran todo el trabajo que fue necesario para su elaboración.
-  Para los productores, porque abren nuevos canales de ventas que los hace cada vez más autónomos de los grandes supermercados y les permite fortalecer sus procesos organizativos y sus medios de vida.
-  A nosotros, como un intermediario NO lucrativo ni especulador, sino como una herramienta necesaria para que los productos de la economía social y solidaria lleguen a los consumidores. Nuestra tarea es vincular al productor con el consumidor, a través de un trabajo colectivo y autogestivo, coordinando una terea que costaría mucho más tiempo y esfuerzo si la tuviera que realizar cada productor.
Con tu compra pagás el precio justo, es decir, aquel que permite pagar un salario digno para todos los que trabajan en esta cadena de producción y distribución solidaria, y sin especular con tu consumo. No se trata necesariamente del precio más barato, ya que no se reducen costos con explotación laboral y ambiental, ni con enormes exenciones y subsidios que disponen las grandes empresas.
 Para que puedas elegir,  contamos con una gran diversidad de productos: conservas, aromáticas, verduras frescas, frutas sin agrotóxicos, quesos, granos, cervezas artesanales, vinos, aceites, yerba, frutas secas, chocolates, golosinas, productos de higiene, belleza y limpieza, libros, música, videos, cuadernos, juegos didácticos, juegos de tela, cuentos para niños, y ¡muchos productos más!
La propuesta específica que hacemos desde El Almacén Andante y el Programa de Inclusión Social e Igualdad de Oportunidades es:
 -el 1° y 3° jueves de cada mes vamos a llevar el pedido que nos hagás a la puerta del rectorado de la UNCUyo.
-el horario será de 12:30 a 14:30hs.
-si querés hacer un pedido, bajá la lista de productos adjunta aquí o pedila al mail elalmacenandante@gmail.com (sin monto mínimo de compra para estos pedidos).
-si te organizas con tus compañeros de trabajo y/o estudio y hacen un pedido que alcance los $1000, bajá la lista que dice “pedido colectivos”, llenala y mandánosla. ¡Tendrán un 10% de descuento en todos los productos!  Para acceder a explicaciones más detalladas, clickeá aquí.
-la próxima entrega será el jueves 2/10.
-podes pedir hasta el martes 30/9, aclarando en el asunto del mail “pedido para la UNC”.
 Tu consumo es político y suma a toda la cadena de producción solidaria.
¡Te esperamos!
Abrazos
El Almacén Andante

martes, 19 de agosto de 2014

Lo nuevo del Espejo...Adiviná que tengo?


Adiviná qué tengo…
En la caja
El EspejO presenta una nueva propuesta para que niños y niñas desarrollen la imaginación y sobre todo la expresión. Un juego ideal para jugar y divertirse en grupo. Pensado y diseñado para generar momentos de intercambio y aprendizaje.


¿Cómo jugar al “Adiviná qué tengo...”?
Empieza el juego se arman los equipos, el juego consiste en lograr que tus compañeros  de equipo adivinen la mayor cantidad de palabras/imágenes  que tenés en tus tarjetas. Para lograrlo tenés que decir todo lo  que te venga a la mente en relación a esa palabra/imagen sin nombrarla. Cada tarjeta adivinada es un punto para el equipo.
¡! Además: trae dos juegos opcionales para jugar con las mismas tarjetas.

Juego para niñas y niños de 6 a 12 años
De 2 a 20 jugadores
Contenido de la caja: 90 tarjetas, anotador y reglamento.
El Espejo: juegos para recrear mundos

El juego de la expresión y la imaginación

Instrucciones
Por equipos
El objetivo del juego consiste en lograr que tus compañeros de equipo adivinen en un minuto la mayor cantidad de palabras/imágenes que tenés en  tus tarjetas. Sólo quien tiene la tarjeta puede mirarla y decir todo lo que le venga a la mente en relación a esa palabra-imagen sin nombrarla.  Cada tarjeta adivinada es un punto para el equipo.
Otra forma de jugar:
1.       Individual: En esta forma de jugar, una persona da las pistas y el resto adivinan. Cada turno dura 1 minuto. Cada tarjeta adivinada es un punto para el que adivina y otro punto para el que da las pistas. Mientras más tarjetas logres que te adivinen más puntos vas a sumar. 
Con las mismas tarjetas hay otros  dos juegos alternativos:
1.       Casita robada de asociación: se ponen en la mesa 4 cartas boca arriba, se reparten 3 tarjetas a cada jugadora. Cada una levanta (“roba”) una de las 4 del centro de la mesa con una de las cartas que tiene su mano, el/la jugador/a debe crear con las dos cartas una asociación que las una. Por ejemplo levanto una “QUENA” con mi tarjeta de “TAMBOR” diciendo “Instrumentos musicales…”. Cada uno va juntando sus tarjetas “robadas” boca abajo. Gana el que junte más tarjetas.

2. Contar una historia: Esta es una forma cooperativa de jugar. En ronda cada participante levanta una tarjeta y empieza a contar una historia, el siguiente jugador/a debe continuar esa misma historia agregando la imagen que levantó y así sucesivamente hasta crear entre todos/as los/as participantes una linda historia colectiva. No hay ganadoras ni perdedoras sólo una linda historia para compartir entre amigos y amigas. Otra  opción para jugar a contar historias puede ser respetando la misma dinámica pero en forma grupal. Se reparten de 3 a 5 tarjetas a cada grupo y entre las integrantes tienen que armar la historia que incluya a todas las tarjetas.

Jugar x jugar=aprender
(Para los adultos que acompañen)

El juego está pensado para considerar a los niños como protagonistas de su desarrollo, como sujetos activos de sus experiencias. Con reglas que posibilitan el jugar y la organización grupal, pero a la vez con la posibilidad de que luego ellos construyan otras posibilidades.

El juego es inherente a la necesidad humana, jugamos desde que estamos en la panza…aun en la adultez. Aunque creamos que es cosa de chicos siempre estamos conectados con el juego.
El jugar es natural…pero A QUÉ jugamos y CÓMO jugamos…eso sí que es cultural…por eso no da lo mismo proponer cualquier tipo de juego; o simplemente minimizar el tiempo de juego… Durante el juego se dan momentos de aprendizaje muy significativos…jugando se construye individualidad, se aprenden las cosas más estructurales, se reconocen reglas (que se respetan o no) se conoce a otras personas con las que se interactúa, se desarrolla la imaginación, se conocen los propios límites, se recrea el mundo, etc.  Es por eso que no da lo mismo a qué jugamos y cómo jugamos. Elegir cuáles son esas propuestas de juego es una tarea de los adultos,  saber que de esta manera, eligiendo a qué jugar estamos siendo políticos.
No es casual que sepamos muy bien competir y no tanto cooperar, y con esto no queremos decir que está mal juagar a competir, lo que tenemos que pensar son las formas y extremos de las propuesta, sus consecuencias. Traslademos esto a la sociedad…muchas veces en la vida cotidiana aparecen imágenes de individualidad y violencia…sí claro…por eso proponer otras instancias y herramientas de juego que nos conecten con los vínculos, la imaginación, la mirada crítica, la participación y el protagonismo nos puede acercar a la construcción de una sociedad mejor.

¿Por qué hicimos este juego?
(Para los adultos que acompañen)
Desde el Espejo, “Trabajo Colectivo sin patrón” estamos convencidos de que al jugar recreamos mundos, imaginamos y expresamos como vemos nuestra realidad. Es por eso que con “Adiviná qué tengo…” apuntamos a que niños y niñas puedan poner en palabras, es decir, expresar, desde cosas simples como objetos (tarjetas magenta) conceptos (verdes) y acciones (amarillos) qué hay detrás de cada imagen. Cada palabra y dibujo tiene un sentido, una provocación a repensar nuestro alrededor.
Nos planteamos desafiar los estereotipos en búsqueda de diversidad, buscando a través del arte proponer otra mirada del mundo. Con este juego buscamos que los más pequeños aumenten su capacidad expresiva y sobre todo desarrollen la imaginación.
“Adiviná que tengo…” tiene el ingrediente de ser un juego de velocidad, es decir hay que apurarse para decir y eso genera espontaneidad, promueve expresarse sin filtros, facilita el autoconocimiento y también conocer al otro, por eso les sugerimos y los invitamos a jugarlo  en familia, entre amigos, con los compañeros.
Sobre todo hicimos este juego porque creemos en la simpleza de jugar. Porque jugar es divertido, porque está bueno jugar con amigos. Porque está bueno conocerse jugando, porque jugando soñás, porque jugando tu cuerpo dice, se expresa, porque jugando sos otro y sos vos mismo, jugando ampliás tu mirada. Porque la alegría y el juego tiene que abundar en nuestras vidas.
Algunos consejos para adultos que acompañen a niños/as en este juego
Queremos destacar que lo ideal es que los niños puedan jugar libres para dar lugar a su propia imaginación. Es importante que  incorporen el concepto de las reglas como un límite pero a la vez como una herramienta para desafiar la capacidad lúdica.
Tal vez es  interesante pensar el tema de la competencia, porque muchas veces es visto como algo malo pero necesariamente lo es?
Está bueno poder aportar en estos puntos para fortalecer el espíritu de cooperación, el compartir con amigas, la capacidad lúdica, la expresión y sobre todo la imaginación.
Para lograr estos el adulto puede invitar a los/as niños/as a asociar las imágenes del juego con los objetos que los rodean en su realidad. Identificar colores y formas, reconocer que hay diversidad en cosas que suelen ser presentadas como únicas. Contar cuentos con las imágenes y asociarlas para desarrollar una visión integral en la niñez.

¿Por qué consideramos que jugar a Adiviná qué tengo es una muy buena propuesta para divertirse, jugar, aprender, imaginar y muchas cosas más?
El juego que acabamos de presentar, ADIVINÁ QUÉ TENGO? Ayuda  a los/as niños/as a poner en palabras  lo que piensan y sienten, también permite ordenar ideas, recordar, pasar de una modalidad inquieta y dispersa a comenzar a concentrarse y escuchar, ayudarse mutuamente, empezar a activarse a partir de lo que les interesa. Mejorar la expresión verbal.
Específicamente estimula la percepción, la concentración, la memoria de trabajo y la memoria remota, el análisis y la síntesis, la comparación, la clasificación y todas aquellas funciones cognitivas que el docente se proponga desarrollar a partir de distintas consignas.
Estimula la fluidez verbal, amplía el vocabulario, posibilita generar nuevas asociaciones, enlazar ideas, re-crear la realidad, divertirse, disfrutar
A los docentes los invitamos a usar esta herramienta en el aula: a usar el juego como herramienta pedagógica, como alternativa de integración y vinculación. Como un disparador para tratar y trabajar sobre diversos temas.
Sirve para estimular la creatividad de los/as niños/as a partir de proponerles que sean ellos/as mismos/as quienes creen nuevas tarjetas a partir de dibujos (hasta que sean sólo dibujos sin la palabra que aclare). También se les puede proponer que jueguen a cambiar la palabra al mismo dibujo.
Estos son algunos de los ejemplos de cómo usar este juego, pero seguramente su creatividad puede ampliar aun más el potencial de esta herramienta. Los invitamos a buscar variaciones, usos y todo lo que su imaginación pueda volar usando este humilde aporte.

Los invitamos a recrear mundos…