sábado, 29 de mayo de 2010

Una peña por el Derecho a Habitar


Generalmente, cada vez que hablamos de la lucha por la tierra en el medio rural, hacemos referencia al reclamo que realizan las familias por un lugar para cultivar.
Sin embargo, debemos entender que la lucha en el campo trasciende este aspecto, y va mucho más allá de lo que nuestros ojos pueden ver. Se trata de familias, en muchos casos organizadas, que pelean por objetivos más amplios. Uno de ellos, precisamente, es la posibilidad de organizarse y trabajar junto a otras familias para que una voz se transforme en muchas voces, y la lucha tenga más eco en la sociedad.
El domingo 25 de abril pasado, tuvimos la alegría de compartir una jornada festiva en La Toma de Costa de Araujo (toma de tierra). Allí se celebró una popular peña folclórica, donde lo esencial era festejar que ocho familias, pertenecientes a la O.T.R.A.L. (Organización de Trabajadores Rurales sin Tierra de Lavalle), desde hace un año cuentan con un lugar para habitar. Estas familias, en su mayoría, trabajan en Viñas Argentinas, empresa del grupo Cartellone, y en la construcción.
Y más allá de las condiciones en las que tienen que vivir actualmente en la toma de tierra (sin varios de los servicios elementales), no deja ser un motivo de suma alegría. Por eso, numerosos artistas locales se sumaron al festejo y se hicieron presentes para acompañar esta iniciativa: Sandra Amaya, Los de Anta, Los Huasamaco, Picuñi Mapu, y la lista sigue.
Después de compartir este momento con estas familias lavallinas nos preguntamos: ¿Acaso la vivienda no debería ser un derecho fundamental de todo ser humano? Si desde tiempos inmemoriales, los hombres y mujeres han buscado un “techo” para cobijarse, ¿no es algo elemental?
Sin embargo, vivimos (o mejor, sobrevivimos) bajo la prédica de una economía que, ni por asomo, contempla algo tan básico como la vivienda. Mientras existen personas que cuentan con más de una casa, hay familias que ni en veinte generaciones futuras podrán acceder a un techo digno para habitar.
Por eso, insistimos en la construcción de “otra economía”, hecha por verdaderos seres humanos y para seres humanos, que además de contemplar un trabajo justo y un comercio justo, trabaje por los más elementales derechos de los seres humanos (alimentación, vivienda, educación, cultura…), en un marco de una real libertad (que nada que ver tiene con la libertad de mercado).
Compañer@s de la O.T.R.A.L., l@s acompañamos en esta lucha, una lucha que tiene como banderas: tierra para alimentar, tierra para habitar, tierra para la vida.

Cronistas de Peñas Populares (no somos independientes)

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