Adiviná qué tengo…
En la caja
El EspejO presenta una nueva propuesta para que niños y niñas
desarrollen la imaginación y sobre todo la expresión. Un juego ideal para jugar
y divertirse en grupo. Pensado y diseñado para generar momentos de intercambio
y aprendizaje.
¿Cómo jugar al “Adiviná qué tengo...”?
Empieza el juego se arman los equipos, el juego consiste en lograr que
tus compañeros de equipo adivinen la
mayor cantidad de palabras/imágenes que
tenés en tus tarjetas. Para lograrlo tenés que decir todo
lo que te venga a la mente en relación a
esa palabra/imagen sin nombrarla. Cada tarjeta adivinada es un punto para el
equipo.
¡! Además: trae dos juegos opcionales para jugar con las mismas
tarjetas.
Juego para niñas y
niños de 6 a 12 años
De 2 a 20 jugadores
Contenido de la caja:
90 tarjetas, anotador y reglamento.
El Espejo: juegos para
recrear mundos
El juego de la
expresión y la imaginación
Instrucciones
Por equipos
El objetivo del juego consiste en lograr que tus compañeros de equipo adivinen
en un minuto la mayor cantidad de palabras/imágenes que tenés en tus tarjetas. Sólo quien tiene la tarjeta
puede mirarla y decir todo lo que le venga a la mente en relación a esa
palabra-imagen sin nombrarla. Cada
tarjeta adivinada es un punto para el equipo.
Otra forma de jugar:
1.
Individual: En esta forma de jugar, una persona da las
pistas y el resto adivinan. Cada turno dura 1 minuto. Cada tarjeta adivinada es
un punto para el que adivina y otro punto para el que da las pistas. Mientras
más tarjetas logres que te adivinen más puntos vas a sumar.
Con las mismas tarjetas hay otros dos juegos alternativos:
1.
Casita
robada de asociación: se ponen
en la mesa 4 cartas boca arriba, se reparten 3 tarjetas a cada jugadora. Cada
una levanta (“roba”) una de las 4 del centro de la mesa con una de las cartas
que tiene su mano, el/la jugador/a debe crear con las dos cartas una asociación
que las una. Por ejemplo levanto una “QUENA” con mi tarjeta de “TAMBOR”
diciendo “Instrumentos musicales…”. Cada uno va juntando sus tarjetas “robadas”
boca abajo. Gana el que junte más tarjetas.
2. Contar una historia: Esta es una
forma cooperativa de jugar. En ronda cada participante levanta una tarjeta y
empieza a contar una historia, el siguiente jugador/a debe continuar esa misma
historia agregando la imagen que levantó y así sucesivamente hasta crear entre
todos/as los/as participantes una linda historia colectiva. No hay ganadoras ni
perdedoras sólo una linda historia para compartir entre amigos y amigas. Otra opción para jugar a contar historias puede ser
respetando la misma dinámica pero en forma grupal. Se reparten de 3 a 5
tarjetas a cada grupo y entre las integrantes tienen que armar la historia que
incluya a todas las tarjetas.
Jugar x jugar=aprender
(Para los adultos que acompañen)
El juego está pensado para considerar a los niños como protagonistas de su
desarrollo, como sujetos activos de sus experiencias. Con reglas que
posibilitan el jugar y la organización grupal, pero a la vez con la posibilidad
de que luego ellos construyan otras posibilidades.
El juego es inherente a la necesidad humana, jugamos desde que estamos
en la panza…aun en la adultez. Aunque creamos que es cosa de chicos siempre
estamos conectados con el juego.
El jugar es natural…pero A QUÉ jugamos y CÓMO jugamos…eso sí que es
cultural…por eso no da lo mismo proponer cualquier tipo de juego; o simplemente
minimizar el tiempo de juego… Durante el juego se dan momentos de aprendizaje
muy significativos…jugando se construye individualidad, se aprenden las cosas
más estructurales, se reconocen reglas (que se respetan o no) se conoce a otras
personas con las que se interactúa, se desarrolla la imaginación, se conocen
los propios límites, se recrea el mundo, etc.
Es por eso que no da lo mismo a qué jugamos y cómo jugamos. Elegir
cuáles son esas propuestas de juego es una tarea de los adultos, saber que de esta manera, eligiendo a qué
jugar estamos siendo políticos.
No es casual que sepamos muy bien competir y no tanto cooperar, y con
esto no queremos decir que está mal juagar a competir, lo que tenemos que
pensar son las formas y extremos de las propuesta, sus consecuencias. Traslademos
esto a la sociedad…muchas veces en la vida cotidiana aparecen imágenes de
individualidad y violencia…sí claro…por eso proponer otras instancias y
herramientas de juego que nos conecten con los vínculos, la imaginación, la
mirada crítica, la participación y el protagonismo nos puede acercar a la
construcción de una sociedad mejor.
¿Por qué hicimos este juego?
(Para los adultos que acompañen)
Desde el Espejo, “Trabajo Colectivo sin patrón” estamos convencidos de
que al jugar recreamos mundos, imaginamos y expresamos como vemos nuestra
realidad. Es por eso que con “Adiviná qué tengo…” apuntamos a que niños y niñas
puedan poner en palabras, es decir, expresar, desde cosas simples como objetos
(tarjetas magenta) conceptos (verdes) y acciones (amarillos) qué hay detrás de
cada imagen. Cada palabra y dibujo tiene un sentido, una provocación a repensar
nuestro alrededor.
Nos planteamos desafiar los estereotipos en búsqueda de diversidad,
buscando a través del arte proponer otra mirada del mundo. Con este juego
buscamos que los más pequeños aumenten su capacidad expresiva y sobre todo
desarrollen la imaginación.
“Adiviná que tengo…” tiene el ingrediente de ser un juego de velocidad,
es decir hay que apurarse para decir y eso genera espontaneidad, promueve
expresarse sin filtros, facilita el autoconocimiento y también conocer al otro,
por eso les sugerimos y los invitamos a jugarlo
en familia, entre amigos, con los compañeros.
Sobre todo hicimos este juego porque creemos en la simpleza de jugar.
Porque jugar es divertido, porque está bueno jugar con amigos. Porque está
bueno conocerse jugando, porque jugando soñás, porque jugando tu cuerpo dice,
se expresa, porque jugando sos otro y sos vos mismo, jugando ampliás tu mirada.
Porque la alegría y el juego tiene que abundar en nuestras vidas.
Algunos consejos para adultos que acompañen a
niños/as en este juego
Queremos destacar que lo ideal es que los niños puedan jugar libres para
dar lugar a su propia imaginación. Es importante que incorporen el concepto de las reglas como un
límite pero a la vez como una herramienta para desafiar la capacidad lúdica.
Tal vez es interesante pensar el
tema de la competencia, porque muchas veces es visto como algo malo pero
necesariamente lo es?
Está bueno poder aportar en estos puntos para fortalecer el espíritu de
cooperación, el compartir con amigas, la capacidad lúdica, la expresión y sobre
todo la imaginación.
Para lograr estos el adulto puede invitar a los/as niños/as a asociar las
imágenes del juego con los objetos que los rodean en su realidad. Identificar
colores y formas, reconocer que hay diversidad en cosas que suelen ser
presentadas como únicas. Contar cuentos con las imágenes y asociarlas para
desarrollar una visión integral en la niñez.
¿Por qué consideramos que jugar a
Adiviná qué tengo es una muy buena propuesta para divertirse, jugar, aprender,
imaginar y muchas cosas más?
El juego que acabamos de presentar, ADIVINÁ QUÉ TENGO? Ayuda a los/as niños/as a poner en palabras lo que piensan y sienten, también permite
ordenar ideas, recordar, pasar de una modalidad inquieta y dispersa a comenzar
a concentrarse y escuchar, ayudarse mutuamente, empezar a activarse a partir de
lo que les interesa. Mejorar la expresión verbal.
Específicamente
estimula la percepción, la concentración, la memoria de trabajo y la memoria
remota, el análisis y la síntesis, la comparación, la clasificación y todas
aquellas funciones cognitivas que el docente se proponga desarrollar a partir
de distintas consignas.
Estimula
la fluidez verbal, amplía el vocabulario, posibilita generar nuevas
asociaciones, enlazar ideas, re-crear la realidad, divertirse, disfrutar
A los docentes los invitamos a usar esta herramienta en el aula: a usar
el juego como herramienta pedagógica, como alternativa de integración y
vinculación. Como un disparador para tratar y trabajar sobre diversos temas.
Sirve para estimular la creatividad de los/as niños/as a partir de
proponerles que sean ellos/as mismos/as quienes creen nuevas tarjetas a partir
de dibujos (hasta que sean sólo dibujos sin la palabra que aclare). También se
les puede proponer que jueguen a cambiar la palabra al mismo dibujo.
Estos son algunos de los ejemplos de cómo usar este juego, pero
seguramente su creatividad puede ampliar aun más el potencial de esta
herramienta. Los invitamos a buscar variaciones, usos y todo lo que su
imaginación pueda volar usando este humilde aporte.
Los invitamos a recrear mundos…
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