jueves, 8 de abril de 2010

“Creo que la música es un derecho de todo ser humano”

Y voy abriendo mis ventanas para respirarme y mirar mi luz,
y ya voy comprendiendo que mi puño es paloma curtida de sur.
Ya voy comprendiendo la importancia de mis manos para caminar,
entiendo que el mismo silencio en los pentagramas nunca vale igual.
“Simplemente a ti” (Ensayos)
Alejandro Sicardi

Nombre completo: Alejandro Sicardi
Trabajo u oficio: docente y músico
Comienzos: año 2003
Discografía: Ensayos (2008). Preparando su segundo disco titulado Graffitis. Participaciones: en el disco “Poemas confidenciales” y en “Sin embargo estoy aquí” (disco homenaje a la Abuelas de Plaza de Mayo

Nos encontramos cerca de las escalinatas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo. Apenas llegó se puso a charlar con gente de la Red de Comercio Justo de Mendoza. Había sido invitado para tocar, esa misma tarde, en una actividad que tenía como objetivo mantener viva la memoria de lo que fue el proceso militar argentino entre 1976 y 1983. Después de deleitar a la audiencia con unas canciones, buscamos un reducto y le hicimos estas preguntas:

1) ¿En qué momento y por qué decidiste dedicarte a la música como cantautor? ¿Cuáles son tus referentes musicales?
En el momento en que sentí la necesidad de descargar lo que no podía decir hablando. Mi primera referencia grosa fue Silvio Rodriguez. Luego vinieron Pedro Aznar, Raúl Carnota, Chango Farías Gomez, Felix Dardo Palorma y Victor Hugo Cortés.

2) ¿Crees que la cultura -en este caso la música- es una necesidad de toda persona? ¿Crees que está al alcance de la mayoría?
Creo que la música es un derecho de todo ser humano. Es el salvavidas de los tiempos nuevos. La cultura es eso en la actualidad. La música sí está al alcance de mucha gente, sobre todo en internet. Si no manejas internet, siempre hay un conocido que puede bajar las canciones que vos querés. Sin embargo, es cierto que hay trabas de las discográficas, los productores y los medios para que no se difunda cierto tipo de música.

3) ¿Cómo funciona la industria de la música? ¿Qué dificultades u obstáculos presenta esta industria para cantautores independientes como vos? Y en Mendoza ¿cómo es la situación?
El negocio siempre es para la discográfica. Se trata de negrear al autor a cambio de una difusión masiva. Se le paga muy poco por su trabajo. Las dificultades se dan a nivel del contenido. Esto puede verse en los festivales y en las discográficas. Eligen música para divertir. Muchas veces los contenidos son censurados. Eligen música para no pensar, como puede ser el caso de “Operación Triunfo” en la tele, con canciones de letras superficiales.
En Mendoza no hay industria. Desde el MIMM[1] se ha logrado facilitar la réplica de discos de cantautores independientes. Por medio de la UMI (Unión de Músicos Independientes – Buenos Aires) se genera esta actividad, pero cuesta mucho meterlos en el mercado y en los medios. Son pocos los medios que pasan música independiente.

4) ¿Te considerás un trabajador en lo que a la música se refiere? ¿Qué posición tenés con respecto a la ley de música[2]?
Me considero un laburante de la música. Es importante que exista la ley de la música para regular la actividad musical. Pero es claro que ni a los festivales ni a los medios les conviene esta ley. La ley regula las condiciones de difusión y eso no conviene a los grandes negocios.

5) ¿Por qué decidís apostar a una distribuidora de la economía solidaria como El Almacén Andante para comercializar tus discos?
Principalmente porque las condiciones de venta son las justas: justas para el distribuidor, para ustedes, y para mí. No hay una explotación... mi trabajo no es precarizado.

6) En una de tus canciones vos decís: “no lo haré disfrutar, hay muchas cuentas pendientes”; ¿de qué manera ves a la música como herramienta para el cambio?
La música cumple una función de difusión de la ideología muy importante. La cultura, el arte son herramientas imprescindibles para generar un cambio. Que hoy los pibes estén todos el tiempo cantando boludeces sobre el paco, el alcohol y ese tipo de cosas es una transmisión ideológica que se ha hecho a propósito. Por eso, para dar vuelta esta situación es imprescindible una música que genere conciencia crítica.

[1] http://www.mimm.com.ar/
[2] “Resumen ley de la música” en http://www.musicosconvocados.com/paginas/resumen_ley.htm. “Esta Ley tendría como objetivo fundamental que el Estado se ocupe de la promoción y apoyo de la actividad musical, especialmente aquella que tiene carácter nacional, por la contribución que evidentemente ésta hace al afianzamiento de la cultura. Las áreas a trabajar serían, a grandes rasgos: “Música en vivo”, “Producción de música grabada”, “Enseñanza del Arte de la Música”, “Difusión” y “Promoción cultural y social”.” (Texto completo en: http://elalmacenandante.blogspot.com/2009/12/por-una-ley-nacional-de-la-musica.html)

Soledad está en El Almacén


Soledad, un libro de poesía y otras apreciaciones, llegó a El Almacén Andante, de la mano de Michel, un jóven escritor mendocino independiente...
Un libro editado íntegramente en Mendoza, en la Imprenta El Espejo, el lugar donde se trabaja de manera colectiva y sin patrón.

Dicen algunos que la poesía está en la vida, en todo aquello que nos rodea; en un paisaje, en un amigo, en la familia, en la pareja, en el trabajo; está en lo que uno siente, lo que cree, lo que anhela, lo que espera.
Soledad es un periplo de veintiséis páginas que chorrea aventuras, deseos, luchas, pareceres, negaciones; es la vida misma. Michel se desprende de toda mochila que estructure la lírica y, sin más rodeos, nos hace parte de su viaje.
En ella hay un recuerdo para los Desaparecidos, un lugar para los apretones de mano, una evocación a la mujer ausente, un espacio donde Dios y el amor se encuentran y se confunden, y cuántas cosas más.
Soledad invita a leer, invita a escribir, quiere ser pasado de mano en mano y multiplicarse y ser miles. Si Soledad está en tus manos, quiere acompañarte.



Podés llegar a Soledad a través de El Almacén Andante por sólo $12.00

Animate...

Cuando sea Presidente

Cuando sea presidente
me reuniré con burgueses
en palacios de cristal.
Y llevaré a mis pobres
los invisibles
los mudos
los que murieron
los sordos
los olvidados
los locos
y en ese enjambre de abejas
todos uno, uno en todos,
será opresor y oprimido
el mismo extremo de un todo.

Cuando sea presidente
liberaré a los presos.
Los que robaron gallinas
para hacerse un puchero
los que mataron, esquivos,
y se mancharon de sangre
de esa misma que es su hermano…
los que violaron el arte
de los frutos de la sabia
conciencia humana
distante
que me miras con tus alas;
¡devuélvele libertad
a los hermanos errantes!

Cuando sea presidente
serán mis manos dos alas,
y por eso con mis manos
que se despiertan al alba
¡levantaré al caído!
¡la estrecharé al distante!
acariciaré otras manos,
que ásperas y junantes,
vendrán con arte de obrero,
vendrán por jornal decente,
vendrán libres, vendrán ciertas,
serán las manos del pueblo,
las mismas que me abrazaron,
cuando fui un extranjero.

Cuando sea presidente
las rejas no serán rejas;
los alambres son de pan
si los tocas con tibieza.

La vida volverá a ser una
y todos vivirán por ella;
con la sabia, con el arte,
con el hambre en el olvido,
con el trabajo urgente,
y el amor de haber nacido.

Los tiempos habrán cambiado
cuando sea presidente.
Porque palabras al viento,
las mismas que hoy lastiman,
ya no tendrán un sentido,
no respetarán la rima:
salario, jornal, propiedad, tuyo, mío, apropiación, sangre, guerra, desazón, hambre lucha, corazón…
Si todo será de todos:
¿quién usará estas palabras?
¿quién querrá lo que es de otro si el otro no existe?
¿quién añorará un mañana?
El presente es tan cierto,
que “mañana” es un invento,
que “pasado” es un lamento,
que el “hoy” es condición.

Cuando sea presidente
será porque todo ha cambiado.
Será porque como hombres
aprendieron a ser hermanos.
Será porque las mujeres
reinventaron con su llanto
la comprensión, la paz, la armonía,
la suerte de los sin-casco.

Será en ese momento,
y no en otro, lo aseguro,
que no será necesario
que yo sea presidente…
¿para qué un presidente?
si los campos serán ciertos,
si las aves y las flores
vivirán en un momento
donde el amor renació
donde el cielo fue curado
donde el vino y las canciones
le dieron sol al esclavo.
Michel
Extraído del libro Soledad (un libro de poesía y otras apreciaciones)

Ocho de Marzo


Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres,

¡Qué poco es un solo día, hermanas,

qué poco, para que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!

De la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos

-toda la atropellada ruta de nuestras vidas-

deberían pavimentar de flores para celebrarnos

(que no nos hagan como a la Princesa Diana que no vio, ni oyó

las floridas avenidas postradas de pena de Londres)

Nosotras queremos ver y oler las flores.

Queremos flores de los que no se alegraron cuando nacimos hembras

en vez de machos,

Queremos flores de los que nos cortaron el clítoris

Y de los que nos vendaron los pies

Queremos flores de quienes no nos mandaron al colegio para que cuidáramos a los hermanos y ayudáramos en la cocina

Flores del que se metió en la cama de noche y nos tapó la boca para violarnos mientras nuestra madre dormía

Queremos flores del que nos pagó menos por el trabajo más pesado

Y del que nos corrió cuando se dio cuenta que estábamos embarazadas

Queremos flores del que nos condenó a muerte forzándonos a parir

a riesgo de nuestras vidas

Queremos flores del que se protege del mal pensamiento

obligándonos al velo y a cubrirnos el cuerpo

Del que nos prohíbe salir a la calle sin un hombre que nos escolte

Queremos flores de los que nos quemaron por brujas

Y nos encerraron por locas

Flores del que nos pega, del que se emborracha

Del que se bebe irredento el pago de la comida del mes

Queremos flores de las que intrigan y levantan falsos

Flores de las que se ensañan contra sus hijas, sus madres y sus nueras

Y albergan ponzoña en su corazón para las de su mismo género


Tantas flores serían necesarias para secar los húmedos pantanos

donde el agua de nuestros ojos se hace lodo;

arenas movedizas tragándonos y escupiéndonos,

de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.


Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres.

Queremos flores hoy. Cuánto nos corresponde.

El jardín del que nos expulsaron.


Gioconda Belli

A propósito de la vendimia y de la fiesta que se fue…

Por Garrafa Sánchez.
Parece que la Fiesta de la Vendimia, año a año, deja siempre tela que cortar. Que si se hace una fiesta para turistas y otra para mendocinos, que si viene Mirtha o Susana, que si Ricardito Fort le pone glamour o no, y así siguen los candentes debates de la gran fiesta del año para Mendoza.
Se me ocurre que para el primer ítem que mencioné como punto de debate, habrá quienes afirmen que los mendocinos deben tener una fiesta central, con elección incluida; y que para los turistas, debiera organizarse otra con alguna estrella de rock internacional venida a menos. Probablemente algún iluminado establezca algún sistema que logre comprobar el lugar de nacimiento del señor o la señora que quiere obtener una entrada para la primera fiesta. Imagino cuatro cuadras de cola de seres humanos con sus D.N.I., L.E. o L.C. en la mano, dispuestos a comprobar su mote de mendocinos. Por otro lado, habrá quien se le ocurra incluir entre los beneficiarios del estado de mendocino/a, a aquellos “extranjeros” que lleven, por lo menos, dos años de residencia en Mendoza.
En cuanto a lo de Mirtha y Susana, sospecho un febrero de 2011 agitado para los diarios y canales de TV mendocinos, preguntando a sus “seguidores”: ¿En qué debería invertir el Estado mendocino: en planes sociales o en los viáticos de estas estrellas para que puedan participar de la fiesta de la Vendimia? (claro, siempre y cuando las divas sobrevivan a las seis cirugías estéticas que se realizarán este año) No se por qué también sospecho la respuesta de la mayoría del público.
En fin, más allá de estos sustanciales debates que enriquecen la vida de los mendocinos, personalmente desearía centrar mi atención y escritura sobre los “invisibles” de la vendimia. Y no es que sean invisibles porque poseen algún “poder mágico” del estilo de los superhéroes de nuestra infancia, sino que muchos de nosotros no los queremos o no los podemos ver. Sin embargo, son ellos los que le “ponen el lomo” a la cosecha, en arduas jornadas de trabajo de sol de sol. Y la paga…mejor no hablemos. ¡Sí, son ellos! Familias enteras que posibilitan que la más reconocida agroindustria mendocina siga marchando. Muchos de ellos son los “golondrinas” (ilegales como los llaman la opinión pública), hombres y mujeres que nada tienen y todo lo dejan en el trabajo.
Entonces me pregunto: ¿Cuándo será el día que hagamos una fiesta para ellos? ¿O es acaso que ellos no tienen derecho de festejar, reírse, bailar, disfrutar? ¿Cuándo será la Vendimia, la fiesta de TODOS y TODAS?
Para ponerle poesía a esta “demanda”, voy a compartir con ustedes la letra de una hermosa canción de un joven cantautor popular mendocino, que refleja esta realidad, la de miles de trabajadoras y trabajadores del campo, como pocos:

“Sangre y Vino”

Este canto es para contarle (sí, sí)
Como es mi vendimia
Ya que esa que usted conoce (no, no)
No es como la mía
Aquí en la balanza pesa más el sudor
Al final del día
Yo aquí veo de lejos su sueño pasar
Contando divisas

No es que yo sea imprudente (no, no)
No me mal entienda
Yo no quiero herir aquella hermosa postal
Que Mendoza entrega
Yo no quiero ser ese viejo souvenir
En manos ajenas

No me va a encontrar ni en las gradas
Ni en la bendición, ni en el carrusel
No tengo un carro, ni un palco oficial
Ni una cena pa´ agradecer
Como voy dejando la viña
Mi sangre en su vino

Ojalá la virgen me ayude (sí, sí)
A entender distancias
No soy hombre de negocios (no, no)
Yo soy de esperanzas
Yo no quiero ver aquel granizo golpear
Siempre el mismo lado
Ya no quiero ver ficción en mi realidad
Divirtiendo al palco

Se ha postulado belleza (sí, sí)
Por sobre la mesa
Ya se va montando aquella misma función
Del titiritero
Ya se va cantando aquella misma canción
Qué adorno el festejo

Alejandro Sicardi