Cuando sea presidente
me reuniré con burgueses
en palacios de cristal.
Y llevaré a mis pobres
los invisibles
los mudos
los que murieron
los sordos
los olvidados
los locos
y en ese enjambre de abejas
todos uno, uno en todos,
será opresor y oprimido
el mismo extremo de un todo.
Cuando sea presidente
liberaré a los presos.
Los que robaron gallinas
para hacerse un puchero
los que mataron, esquivos,
y se mancharon de sangre
de esa misma que es su hermano…
los que violaron el arte
de los frutos de la sabia
conciencia humana
distante
que me miras con tus alas;
¡devuélvele libertad
a los hermanos errantes!
Cuando sea presidente
serán mis manos dos alas,
y por eso con mis manos
que se despiertan al alba
¡levantaré al caído!
¡la estrecharé al distante!
acariciaré otras manos,
que ásperas y junantes,
vendrán con arte de obrero,
vendrán por jornal decente,
vendrán libres, vendrán ciertas,
serán las manos del pueblo,
las mismas que me abrazaron,
cuando fui un extranjero.
Cuando sea presidente
las rejas no serán rejas;
los alambres son de pan
si los tocas con tibieza.
La vida volverá a ser una
y todos vivirán por ella;
con la sabia, con el arte,
con el hambre en el olvido,
con el trabajo urgente,
y el amor de haber nacido.
Los tiempos habrán cambiado
cuando sea presidente.
Porque palabras al viento,
las mismas que hoy lastiman,
ya no tendrán un sentido,
no respetarán la rima:
salario, jornal, propiedad, tuyo, mío, apropiación, sangre, guerra, desazón, hambre lucha, corazón…
Si todo será de todos:
¿quién usará estas palabras?
¿quién querrá lo que es de otro si el otro no existe?
¿quién añorará un mañana?
El presente es tan cierto,
que “mañana” es un invento,
que “pasado” es un lamento,
que el “hoy” es condición.
Cuando sea presidente
será porque todo ha cambiado.
Será porque como hombres
aprendieron a ser hermanos.
Será porque las mujeres
reinventaron con su llanto
la comprensión, la paz, la armonía,
la suerte de los sin-casco.
Será en ese momento,
y no en otro, lo aseguro,
que no será necesario
que yo sea presidente…
¿para qué un presidente?
si los campos serán ciertos,
si las aves y las flores
vivirán en un momento
donde el amor renació
donde el cielo fue curado
donde el vino y las canciones
le dieron sol al esclavo.
me reuniré con burgueses
en palacios de cristal.
Y llevaré a mis pobres
los invisibles
los mudos
los que murieron
los sordos
los olvidados
los locos
y en ese enjambre de abejas
todos uno, uno en todos,
será opresor y oprimido
el mismo extremo de un todo.
Cuando sea presidente
liberaré a los presos.
Los que robaron gallinas
para hacerse un puchero
los que mataron, esquivos,
y se mancharon de sangre
de esa misma que es su hermano…
los que violaron el arte
de los frutos de la sabia
conciencia humana
distante
que me miras con tus alas;
¡devuélvele libertad
a los hermanos errantes!
Cuando sea presidente
serán mis manos dos alas,
y por eso con mis manos
que se despiertan al alba
¡levantaré al caído!
¡la estrecharé al distante!
acariciaré otras manos,
que ásperas y junantes,
vendrán con arte de obrero,
vendrán por jornal decente,
vendrán libres, vendrán ciertas,
serán las manos del pueblo,
las mismas que me abrazaron,
cuando fui un extranjero.
Cuando sea presidente
las rejas no serán rejas;
los alambres son de pan
si los tocas con tibieza.
La vida volverá a ser una
y todos vivirán por ella;
con la sabia, con el arte,
con el hambre en el olvido,
con el trabajo urgente,
y el amor de haber nacido.
Los tiempos habrán cambiado
cuando sea presidente.
Porque palabras al viento,
las mismas que hoy lastiman,
ya no tendrán un sentido,
no respetarán la rima:
salario, jornal, propiedad, tuyo, mío, apropiación, sangre, guerra, desazón, hambre lucha, corazón…
Si todo será de todos:
¿quién usará estas palabras?
¿quién querrá lo que es de otro si el otro no existe?
¿quién añorará un mañana?
El presente es tan cierto,
que “mañana” es un invento,
que “pasado” es un lamento,
que el “hoy” es condición.
Cuando sea presidente
será porque todo ha cambiado.
Será porque como hombres
aprendieron a ser hermanos.
Será porque las mujeres
reinventaron con su llanto
la comprensión, la paz, la armonía,
la suerte de los sin-casco.
Será en ese momento,
y no en otro, lo aseguro,
que no será necesario
que yo sea presidente…
¿para qué un presidente?
si los campos serán ciertos,
si las aves y las flores
vivirán en un momento
donde el amor renació
donde el cielo fue curado
donde el vino y las canciones
le dieron sol al esclavo.
Michel
Extraído del libro Soledad (un libro de poesía y otras apreciaciones)
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