lunes, 15 de marzo de 2010

A contramarcha


Continúa la lucha de las Asambleas Populares por un medioambiente sano y contra el saqueo

Hace ya varios años que la Fiesta Nacional de la Vendimia dejó de ser una fiesta mayoritariamente popular. En ella se mezclan lujosos palcos auspiciados por gigantes empresarios, con el fragor de una multitud que saluda a los carros adornados para la ocasión. La fiesta ha perdido cualquier rastro de espontaneidad, y se ha transformado en una vidriera decorada a la medida del turista. Lo que importa es el “cómo nos verán desde afuera” o el “qué imagen se llevarán de nosotros”.

Mientras la peonada suda en verano sus camisas manchadas de mosto y tirita de frío en invierno, mientras los “golondrinas” deambulan de finca en finca por algunas monedas, las autoridades desayunan en despampanantes hoteles, la alianza del sector empresario y la cúpula política de turno se sella en un almuerzo al mejor estilo gourmet, y alguna trasnochada figura de la farándula más pacata (sin distinción de edad) saluda desde el palco oficial.

Sin embrago, y a pesar de todo, algo queda de “nosotros” en esta fiesta y nos negamos a perderlo. El sábado 6 de marzo, las Asambleas Populares le pusieron el pecho al Carrusel y caminaron a contramano del desfile oficial. Las consignas eran:


“Basta de hambre, saqueo y contaminación”
“No a la mina San Jorge (en Uspallata)”
“Sí a la vida, no a la megaminería”
“Salario sí, deuda no”
“No a la privatización del grupo 02 (la empresa estatal de colectivos)”
“Cárcel a los genocidas”
Y así las consignas se multiplicaban…


La contramarcha inició su peregrinar desde la plaza España, tomó Montevideo hacia San Martín y desde allí hizo el recorrido contrario al desfile tradicional, hasta llegar a calle Chile y Rivadavia, donde culminó la protesta. Participaron de ella cerca de mil personas, pertenecientes a las asambleas populares del Gran Mendoza, Uspallata, del Valle de Uco. Además, se sumaron algunos gremios estatales, agrupaciones estudiantiles, colectivos artísticos (La Araña Galponera), artistas mendocinos (quienes luchan por el reconocimiento que se merecen como profesionales del arte), agrupaciones que luchan por los derechos de la mujer, medios de comunicación alternativos, y mujeres y hombres que desde su lugar, creen que esta lucha es legítima.

La mañana fue muy movida para quienes caminamos; más allá del esfuerzo fue muy gratificante recibir el apoyo de una gran parte del público que tomó como suyos (y de hecho los son) las consignas, expresándolo con un caluroso aplauso que entregaban al paso de los manifestantes. Sin embargo, hubo quienes se mostraron molestos por la intervención al grito de “¡no ven que hay turistas!”. Probablemente, uno de los momentos más paradojales, pero que a la vez justificó aún más el reclamo de las asambleas, fue cuando la movilización llegó hasta la zona donde se hallaban apostadas las tribunas en calle San Martín. Allí, de fondo se podía leer, que entre los auspiciantes de la fiesta, se encuentra la mismísima Mina San Jorge, aún sin aprobación definitiva para su puesta en marcha en Uspallata, Las Heras. Esto nos hizo recordar a los sucesos de diciembre último que tuvieron como protagonistas al Consejo Superior de la UNCuyo, aceptando los fondos que provienen de Minera Alumbrera de Catamarca. ¿Imagina usted a un gobierno no aprobando un proyecto megaminero, cuando la empresa aporta una parte importante del dinero necesario para realizar, en este caso, la fiesta más importante de la provincia?

La contramarcha tuvo su momento de mayor expresividad cuando arribó a la zona del fino palco oficial, donde las asambleas populares se expresaron a viva vos contra la megaminería y el saqueo, ante la mirada atónita del gobernador Jaque y varios funcionarios de primera línea. Si bien Jaque es un símbolo en lo que megaminería se refiere (junto a los peces grandes de la familia Gioja en San Juan), no debemos olvidar que en ese palco, años atrás estuvo encabezado por Julio Cleto Cobos, quien vetó en 2006 la ley 7.627 que suspendía el otorgamiento de derechos mineros, de cateos, exploraciones o explotaciones metalíferas a cielo abierto, hasta tanto la Provincia de Mendoza tuviese aprobado el Plan Ambienta. Aquel fue un duro golpe para el pueblo mendocino. Destacamos esto, porque más allá de las personas particulares, hay detrás un modelo de saqueo que es pergeñado por grandes capitales, en su mayoría transnacionales.
Luego de pasar por el hotel Hyatt, la contramarcha llegó a su fin, convencida que semanas de trabajo no había sido en vano, y que sólo la organización popular puede hacer sentir su voz ante todo el silenciamiento y ocultamiento de las empresas de comunicación.

Mendocinas y mendocinos, quizás sea este un momento histórico (como otros antes) donde es necesario hacer sentir nuestras voces ante el más vil saqueo de nuestros bienes comunes. Para ello contamos con nuestras mejores armas, la participación en asambleas populares o el apoyo a todo tipo de resistencia que exprese el sentir más profundo del pueblo menduco.

Cronistas de Marchas Populares

No hay comentarios: