Entre los muchos productos que nos brindan las abejas, el polen es uno de los más completos y energizantes.
El polen contiene proteínas (casi todos los aminoácidos esenciales), y es fuente conocida de vitaminas, minerales e hidratos de carbono.
El polen es un polvillo producido por los órganos masculinos de las plantas, encargado de fecundar sus órganos femeninos. Las abejas recogen el polen de las flores con sus patas y lo humedecen con néctar dándole forma de pequeñas bolas que transportan a la colmena para alimentar a las abejas obreras. Mediante estos viajes de flor en flor contribuyen, desinteresadamente, a la polinización de muchas especies. El hombre lo obtiene situando unos cajoncillos con rejillas en la entrada de la colmena. El polen se deshidrata para que no fermente ni se enmohezca.
• Ayuda a recuperarse en casos de anemia o debilidad.
• Aumenta la resistencia ante las enfermedades.
• Es un buen regulador intestinal
• Se recomienda en embarazo y lactancia por su gran poder remineralizarte.
• Aconsejable frente a la apatía sexual y problemas de próstata por su gran riqueza en Zinc.
• Ayuda a recuperar el apetito en personas convalecientes.
• Regula el peso corporal tanto en obesidad como para la delgadez.
• Alimento ideal para deportistas ya que aumenta la resistencia ante el esfuerzo físico.
• Refuerza la memoria.
• Muy útil para los diabéticos ya que ayuda a regular los niveles de glucosa.
• Gracias a su contenido en Riboflavina, vitamina A y Zinc ayuda a mejorar la visión.
Cantidades:
20 gr. / día para adultos.
30 gr. / día para adultos con síntomas de fatiga física o gran actividad.
12 gr. / día para niños de 3 a 5 años.
16 gr. / día para niños de 6 a 12 años
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