De a poquito vamos volviendo a las andanzas, y El Almacén vuelve a rodar por las calles mendocinas. Nuevamente nos encuentra unidos en la construcción de “otra economía”, más humana, solidaria e intentando, progresivamente, ser respetuosa con el medioambiente.
Les agradecemos por seguir allí, acá, en cualquier lugar, prendidos a la propuesta, apoyándola, poniéndole el cuerpo y el alma, a pesar de las dificultades y los inconvenientes que a menudo debemos sortear. Agradecemos también la paciencia, y celebramos vuestro compromiso permanente con los objetivos políticos de El Almacén Andante.
Les queremos contar que estamos finalizando la mudanza de nuestro lugar de trabajo; ahora nos podrán encontrar en Patricias Mendocinas 827 de San José, en el populoso departamento de Guaymallén. El local, de a poco, va quedando en condiciones para recibirlos y compartir alguna charla; por supuesto, mate de por medio.
Pero más allá de la alegría de “movernos” a un lugar más amplio y de saber que seguimos contando con ustedes, también debemos reconocer que el camino hacia “otra economía” no está libre de vicisitudes. Ustedes, los productores y nosotros somos pequeñas barcazas en un mar bravío. El contexto en el que nos desenvolvemos, la mayoría de las veces, nos es contrario, o al menos, esquivo. El mercado, los supermercados, los monopolios y oligopolios, el Estado, ya sea directa como indirectamente atentan contra esta construcción cargada de solidaridad, que sale de los moldes de la sociedad capitalista. Así, para esta entrega de mayo, debemos lamentar la ausencia de los panificados de Las Delicias. La suba exagerada de las materias primas tales como el azúcar y la harina, es sufrida mucho más por un grupo de mujeres emprendedoras que carecen de poder de negociación en el mercado, que por los peces gordos (que generalmente sacan provecho de estas situaciones). Está claro que para los grandes supermercados[1] y panaderías, la cuestión es más sencilla, ya que cuentan con otros niveles de producción y porque su poder en el mercado, les da la posibilidad de conseguir materias primas a precios más bajos. Como vemos, se confirma una vez más la gran mentira que afirma que en el capitalismo, existe igualdad de oportunidades para una libre competencia. Esta situación ha desencadenado la inviabilidad, al menos por el momento, de la distribución de los panificados a través de El Almacén. Sin embargo, seguimos trabajado con las mujeres de La Favorita, buscándole la vuelta a la situación e indagando por mejores precios en las materias primas. Esperemos que pronto los panificados estén en vuestras mesas.
Esto, de alguna manera, nos lleva a reiterar la arenga para que nos organicemos a la hora de consumir (entre amig@s, vecin@s, compañer@s de trabajo, etc.); mientras más seamos aportando a este comercio, más accesibles serán los productos y más sustentables los emprendimientos que los producen.
Pero no todas son pálidas; también festejamos la aparición en la lista de mayo de nuevos productos, de la mano de productor@s locales, que siguen apostando al trabajo colectivo. Así, El Espejo nos acerca un nuevo producto para l@s más chic@s; Reflejos de Colores, un libro para colorear donde niñas y niños aprenden sus derechos. Y las chicas de Chankullakuy suman más variedad a la granola: ahora con ciruelas y chocolate, para que la energía diaria tome otros sabores.
En fin, se trata de un regreso con buenas y malas, pero con la convicción de que “otra economía” sólo es posible construyéndola tod@s junt@s, de manera colectiva y unid@s.
Gracias por hacernos pasar a su hogar.
Nos seguimos encontrando,
El Almacén Andante
[1] Recomendamos la lectura del artículo “Usted se ha podido responder a las siguientes preguntas… ¿Por qué faltan algunos productos básicos? ¿Por qué suben tanto los precios?”, publicado en este número de El Boletín Andante.
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