sábado, 21 de noviembre de 2009

Convivencia del grupo fundador

Cuando un equipo de personas aspira a conseguir la sustentabilidad de un proyecto es conveniente fomentar una convivencia pacífica y armónica.

Convivir cotidianamente implica compartir cada experiencia de vida con un alto grado de empatía, comprensión y tolerancia entre los integrantes del grupo.

Es todo un desafío practicar el autodominio en procura de priorizar permanentemente el objetivo social a conseguir, por sobre los deseos personales de cómo, qué y cuándo deberían hacerse las cosas.

La consecución del objetivo mayor tendría que ser el anhelo predominante entre todos los componentes del grupo humano.

El trabajo sinérgico a instalar en estos grupos solidarios, es el dinamizador espiritual que permitirá crear los anticuerpos contra el desaliento, la discordia y los personalismos.

El intercambio de opiniones es una práctica saludable y esencial que les permite a todos oxigenar sus propias ideas, hacer circular el espíritu de colaboración y dinamizar el funcionamiento armónico.

Características :
“Un grupo fundador se caracteriza por las relaciones democráticas entre todos sus integrantes. Ello significa una comunicación permanente, es decir, cada paso que se va dando corresponde a una decisión común, a un intercambio de informaciones, a una evaluación constante, a una ponderación de las situaciones, a un aprendizaje de las experiencias propias y ajenas.

“Si bien hay división de tareas, cada uno conoce lo que hacen los demás. No hay secretos de especialización, no hay intentos de conservar una parcela de conocimientos como si fuera una propiedad privada”.

“La característica esencial de un grupo semejante es el impulso fundador, el cual consiste en un entusiasmo, en una mística, es una corresponsabilidad jugada en muchos casos hasta el límite de las fuerzas. Sobre ese impulso se construye todo el proceso y de él proviene la eficacia a menudo arrolladora de esos grupos.”

Cuando la idea propuesta por un integrante es entendida y aceptada por la mayoría, aquella deja de ser individual para encarnarse como idea del grupo. En este estadio ya no interesa quién pudo estar más o menos “iluminado” al concebir la idea aceptada, sino que el grupo asume que la etapa siguiente es la de distribuir las tareas a realizar para concretar el proyecto aceptado.

Estimados amigos, si con el desarrollo de la actividad del grupo se puede ir logrando algún grado de funcionamiento armónico, ese será el mejor ejemplo que sumará voluntades a las ya existentes. “El ejemplo no es la mejor manera de educar…es la única”. Felicitaciones por la tarea iniciada.

Marcelo Fernando Fernández (docente-uno de nuestros queridos consumidores)

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