domingo, 22 de noviembre de 2009

«INSEGURIDAD» VS. ESTADÍSTICAS (I)



En el campo de la justicia, los periodistas utilizan el poder que tienen sobre el gran público para intervenir en los procesos de manera emocional. Exclaman cosas como: han matado a una niña pequeña, ¡hay que matar al asesino!, y así juzgan a los culpables con sus propias leyes. […] El periodista puede hacer mucho, y si a veces soy crítico es porque pienso que tiene una enorme responsabilidad. Es uno de los personajes sociales más poderosos, aunque individualmente sea vulnerable. La prensa es un poder considerable que se cree crítico, una de las mitologías de la profesión porque la mayoría de periodistas son más bien conservadores.

Pierre Bourdieu, entrevista realizada en 1999

Durante el 2007, último año con relevamiento estadístico oficial, se registraron en la Argentina 315.852 muertes, de las cuales 296.125 (93,75%) se debieron a enfermedades; enfermedades evitables en la inmensa mayoría de los casos, habida cuenta su origen socioeconómico y sociocultural (pobreza, desnutrición, hacinamiento, insalubridad, trabajo riesgoso y nocivo, tabaquismo, alcoholismo, drogadicción, sedentarismo, obesidad, depresión, abortos mal asistidos, falta de prevención y cobertura médicas, etc.). Las defunciones por accidentes (en la vía pública, en el hogar, en el lugar de trabajo, casos de mala praxis, etc.) alcanzaron la cifra de 14.660 (4,64%), y los suicidios la de 2.996 (0,95%).

¿Cuál es la cifra de homicidios dolosos o intencionales? Tan sólo 2.071 (0,66%). Pero éste tampoco es, en realidad, el saldo necrológico de la «inseguridad». Si por «inseguridad» entendemos lo que los medios masivos de comunicación entienden (asaltos a mano armada, secuestros extorsivos y violaciones sexuales «no agravadas por el vínculo»), la cifra es bastante más baja. Quedarían excluidas en ese caso las víctimas fatales de la violencia intrafamiliar (no hay estadísticas oficiales disponibles), así como de la represión policial, castrense y penitenciaria, los llamados «casos de gatillo fácil» (192 según CORREPI).

La cifra de homicidios dolosos asociados a robos y violaciones —no agravadas por el vínculo— es sólo de 440 (21,45% de la cifra global de asesinatos). Es decir que del total de decesos (315.852) en Argentina durante el 2007, tan sólo el 0,14% se debió al «cuco de la inseguridad». Las muertes causadas por accidentes de trabajo (995) duplican con creces dicha cifra —aclaremos que cuando se habla de «muertes causadas por accidentes de trabajo» no se consigna los fallecimientos del sector informal ni las víctimas fatales de enfermedades laborales.

El «cuco de la inseguridad» aún menos se mantiene en pie cuando se examina la mortalidad infantil. Durante el año 2007, murieron en la Argentina 9.300 niños (sic) antes de haber alcanzado el año de vida, en su abrumadora mayoría a causa de la pobreza y sus consabidas secuelas en el orden de la salud Tampoco resiste comparación —ya lo hemos visto— con las estadísticas de accidentes de tránsito y suicidios.

Se podría hilar más fino, y rebajar todavía más las cifras absolutas y relativas de la «inseguridad» si aislásemos los ajustes de cuenta y los homicidios relacionados con disputas comerciales y sucesorias. Pero, lamentablemente, las estadísticas criminales del Ministerio del Interior no están debidamente desglosadas.

Como suelen sentenciar en estos casos los hablantes de la lengua inglesa, facts are facts, datos son datos. La «inseguridad» es una gran mentira, una realidad paralela montada por los medios masivos de comunicación para justificar el retorno de la mano dura.


Federico Mare (http://www.lahidrademilcabezas.com.ar/)


FUENTES
Dirección de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) - Min. de Salud
Dirección Nacional de Política Criminal (DNPC) - Min. de Justicia
Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) - Min. de Trabajo
Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI)

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