sábado, 21 de noviembre de 2009

Pena de muerte





















La polémica fue abierta el 27 de febrero, el día en que fue asesinado el florista Gustavo Lanzavecchia, colaborador y amigo personal de la actriz y conductora de TV Susana Giménez. Con los ojos llorosos y a los gritos, la diva se puso el traje que alguna vez lució Juan Carlos Blumberg. “El que mata tiene que morir, no me importa si esto afecta mi imagen”, dijo Susana con voz firme. Fue justamente la imagen, y sobre todo sus palabras, las que recorrieron el país. “Basta de derechos humanos para los delincuentes. ¿No hay derechos humanos para las víctimas?”, bramó la estrella de la TV y pronto la siguieron manifestaciones similares, en boca de Sandro, Cacho Castaña y otras figuras mediáticas. Después vinieron algunas desmentidas y aclaraciones, pero la cuestión quedó instalada y el programa Intrusos en el espectáculo, que conduce Jorge Rial, sin abandonar el chisme barato, se convirtió en un “foro” donde se discutían temas como la seguridad y los cambios que debían hacerse en materia de legislación penal.

Posteriormente a estas declaraciones, se sumaron en respaldo de la conductora televisiva, un número importante de personalidades del espectáculo, entre los que podemos nombrar a Sandro, Cacho Castaña y Luis Spinetta, a quienes no les tembló la voz para pedir la pena de muerte.

Ante estos hechos y muchos otros que se están suscitando en la actualidad, nos preguntamos:
¿Por qué las marchas por la pena de muerte son “gordas” mientras que las marchas “contra el hambre” son flacas?

En Mendoza hay cada vez más inseguridad...

inseguridad de llegar a fin de mes,

inseguridad de llegar al 1,40 para el colectivo,

inseguridad ante el corte de luz por falta de pago,

inseguridad de tener gas en invierno,

inseguridad de sostenerse empleado,

inseguridad de tener que pagar aumentos con retroactivo

Para los principales responsables de estas inseguridades... ¿se pide pena de muerte?

¿Por qué madres de plaza de mayo piden “juicio y castigo” mientras que los “4 famosos” anhelan la pena de muerte?

¿Hay más de “4 famosos”?, ¿sabes qué piensan sobre la pena de muerte?

- Roberto Carnaghi (actor): “Me asaltaron hace quince días, pero no quiero entrar en rencillas ni opinar si Susana Giménez tiene razón o no. Propongo cambiar el eje. Básicamente, considero que no tiene ningún sentido seguir discutiendo sobre la pena de muerte. La inseguridad es un problema que se viene gestando desde hace mucho tiempo y todos somos en alguna medida responsables. No se va a acabar con más policía, ni con más violencia (de paso me pregunto: ¿por qué no se pidió la pena de muerte para los torturadores de la dictadura?). En síntesis: acá hay un problema de pobreza, de educación y de un modelo de país que no terminamos de definir. Mientras no logremos integrar esos ejes sin mediación de las balas, el clima de conflicto seguirá. La vida tiene que ver con un proyecto, y tenemos que ofrecer proyectos a aquellos pibes que no los tienen. De lo contrario, no habrá solución, por más que pongan a un policía por persona”.

- Alejandro Dolina (escritor, músico, conductor): “No quiero entrar en discusiones viejas, y la de la pena de muerte ciertamente lo es. Tampoco quisiera agredir ni tirar ideas alrededor de un asunto que ha sido examinado con mucha profundidad por individuos más capacitados que yo. Aclarado esto, sólo me atrevo a sugerir que debatir esto es como discutir la esclavitud. Hay –y esto es lo más grave– un resurgimiento de ideologías que parecían superadas, y que persisten en sectores privilegiados. Son personas que están aisladas de la realidad social y se resisten a comprender que hay temas que han sido pensados antes. Exhiben una especie de ingenuidad moral, que los impulsa a expresar lo primero que se les ocurre bajo la forma de un slogan del tipo ‘el que mata tiene que morir’ o ‘la pena de muerte ya la instauraron los ladrones’. Esto coincide con un renacer de las derechas y de formas violentas de concebir la sociedad, que llegan acompañadas por modos curiosamente liberales de entender a la economía: por un lado se reclama libertad para enriquecerse sin límites, y por otro se pide mano dura ante los resultados de una sociedad perturbada. Las grandes desigualdades son saludadas con alegría, hasta que molestan. Es ilógico”.

- Jorge Marrale (actor): “Hay factores mediáticos que hacen que algunas voces lleguen más rápido que otras. Pero de ninguna manera creo que esas voces representen a la comunidad artística. Con la pena de muerte no hay polémica: se trata de una postura frente a la vida. Uno puede entender las reacciones primarias, pero la verdad es que a la civilización le llevó mucho tiempo terminar con la ley de la selva. Quienes piensan en atacar la consecuencia, los casos policiales, y no hacen foco en el origen, en las causas de esos hechos, confunden el debate. Por supuesto que nos duele el nivel de violencia. Hay que analizar cómo se construyó este país en los últimos 25 años para comprender cómo se llegó a este estado de cosas. La solución no es ‘muerto el perro, muerta la rabia’: tenemos que ponernos a trabajar en acortar la brecha social y económica, en ser mejores personas, para vivir en otras condiciones. Propongo que hablemos menos y hagamos más. No sirve ir a una plaza, o pedir leyes duras, si con eso expiamos culpas y en nuestra vida cotidiana seguimos siendo unos cretinos”.

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